Hace tiempo leí que si un niño te regala un dibujo, guardarlo como un tesoro, porque te está regalando su alma. (desconozco el autor) Pero estoy convencida de que es cierto. Hoy mi nieto Alan, me hizo un dibujo y corrió a pegarlo en la pared de mi habitación, estaba tan feliz y orgulloso que su carita resplandecía. Me emociona ver el cariño que pone Alan a la hora de hacer sus dibujos para mí, me alegra pensar que soy especial para él. Ahora antes de dormir veo la pared y sonrió porque veo el amor de Alan reflejado en su dibujo, al cerrar los ojos en lo último que pienso es en ese amor.
Blog de la autora de Los Sabios del Templo, Mundo de Libélulas, Alas para volar, Vive plenamente y Renaciendo después de ti