Cuento
MANZANITA
de Julio Garmendia
Cuando llegaron las grandes, olorosas y sonrosadas
manzanas del Norte, la Manzanita criolla se sintió perdida.
—¿Qué voy a hacer yo ahora –se lamentaba–, ahora
que han llegado esas manzanas extranjeras tan bonitas y perfumadas? ¿Quién va a
quererme a mí? ¿Quién va a querer llevarme, ni sembrarme, ni cuidarme, ni
comerme ni siquiera en dulce?
La Manzanita se sintió perdida, y se puso a
cavilar en un rincón. La gente entraba y salía de la frutería. Manzanita les
oía decir:
—¡Qué preciosidad de manzanas! Deme una.
—Deme dos.
—Deme tres.
Una viejecita miraba con codicia a las brillantes y
coloreadas norteñas; suspiró y dijo:
—Medio kilo de manzanitas criollas, marchante; ¡que
no sean demasiado agrias, ni demasiado duras, ni demasiado fruncidas!
La Manzanita se sintió avergonzada, y empezó a
ponerse coloradita por un lado, cosa que rara vez le sucedía.
Y las manzanas del
Norte iban saliendo de sus cajas, donde estaban rodeadas de fina paja,
recostadas sobre aserrín, coquetonamente envueltas en el más suave papel de
seda. Habían sido traídas en avión desde muy lejos, y todavía parecían un poco
aturdidas del viaje, lo que las hacía aún más apetitosas y encantadoras.
—A mí me traen en sacos, en burro, y después me
echan en un rincón en el suelo pelado… –cavilaba Manzanita, con lágrimas en los
ojos, rumiando su amargura.
Estaba cada vez más preocupada. Aunque a nadie
había dicho palabra de sus tribulaciones, las otras frutas, sus vecinas, veían
claramente lo que le pasaba; pero tampoco decían nada, por discreción. Hablaban
del calor que hacía; de la lluvia y el sol; de los pájaros, los insectos y la
tierra; o bien cambiaban reflexiones acerca de las gentes que entraban o salían
de la frutería, en tanto que la pobre Manzanita se mordía los labios y se
tragaba sus lágrimas en silencio.
Ya las norteñas se acababan, se agotaban; ya el
frutero traía nuevas cajas repletas, con mil remilgos y cuidados, como si
fueran tesoros que se echaba sobre los hombros. La Manzanita no pudo aguantarse
más.
—Señor Coco… –llamó en voz baja, dirigiéndose a uno
de sus más próximos vecinos, un señor Coco de la Costa, que estaba allí
envuelto en su verde corteza.
—Usted que es tan duro, señor Coco –repitió
Manzanita con voz entrecortada y llorosa–; que a nada le teme; que se cae desde
lo alto de los brazos de su mamá, y en vez de ponerse a llorar, son las piedras
las que lloran si usted les cae encima…
Esto ofendió un tanto al buen señor Coco, el cual
creyó necesario hacer una aclaratoria, poniendo las cosas en su puesto.
—Es cierto que soy duro –explicó–, pero eso no
quiere decir que no tenga corazón. Es mi exterior, que es así. Por dentro soy
blando, tierno y suave como una capita de algodón.
—Es lo que yo digo, señor don Coco –se apresuró a
conceder la Manzanita–. Yo sé que su agua es saladita como las lágrimas, y que
eso viene de su gran corazón que usted tiene.
—Así es –asintió el buen Coco, satisfecho–. ¿Y qué
quería usted decirme, amiga Manzanita? ¡Estoy para servirle!
—Ya usted se habrá fijado –dijo la Manzanita,
conteniendo a duras penas sus sollozos– en lo que está pasando aquí en la
frutería. Esas del Norte, ¡esas intrusas! ocupan la atención de todo el mundo,
y todos las encuentran muy de su gusto, señor Coco, ¡señor Coooooooco!… –y la
pobre Manzanita rompió a llorar a lágrima viva.
El Coco no hallaba qué hacer ni qué decirle a
Manzanita. Viendo esto otra vecina, se acercó pausadamente para tratar de
consolarla.
—¡Ay, señora Lechosa! –gimió Manzanita echándole
los brazos al cuello–. ¡Qué desgracia la mía!
—Cálmate, Manzanita, cálmate –le decía
maternalmente la Lechosa (que era una señora Lechosa bastante madura y
corpulenta).
Volviéndose hacia otro de los vecinos, con los ojos
húmedos –tan blanda así era–, preguntó la Lechosa:
—¿Qué me dice usted de esto, señor Aguacate? ¿No
comparte el dolor de Manzanita? ¡Usted, que parece una lágrima verde a punto de
caer!
—¡Ay, cómo no, señora Lechosa! –se apresuró a decir
el Aguacate, rodando ladeado hasta los pies de Manzanita–. Mi piel puede ser
dura y seca, pero por dentro me derrito como mantequilla.
En esto se desprendió un Cambur de uno de los
racimos que colgaban del techo, y fue a caerle encima a la Guanábana. Pero la
Guanábana no se irritó ni protestó, ni siquiera pareció darse cuenta de lo
sucedido; es tan buena ella, que hasta las mismas espinas que la protegen por
fuera, son tiernas a tal punto que un bebé puede aplastarlas con la yema de su
dedito. Pero la Naranja también había acudido a consolar a Manzanita, y se puso
amarilla de rabia –amarilla como un limón.
—Esos Cambures… –dijo desdeñosamente–. Siempre
cayéndole a una encima.
—¿Qué se habrá creído la Naranja? –refunfuñó el
Cambur–. Nada más que porque es redonda y amarilla, ya se cree el Sol.
La Naranja se puso aún más encendida, como fuego.
—Nosotros somos tan amarillos como ustedes –le
gritó un contrahecho Topocho pintón.
—Yo también soy amarillita –murmuró la Pomarrosa
dentro de una cesta.
—Sí, sí, amarilla –rieron los Nísperos–, pero
hueles demasiado, te echaste encima todo el perfume.
—No les hagas caso, Pomarrosa –le dijo al oído la
Parcha–. Ésos parecen papas; están envidiosos de tu color, y porque no huelen
tanto como tú.
La Parcha Granadina, la señora Badea, había llorado
también, y tenía la redonda cara más lisa y lustrosa que de costumbre.
—Oiga, señora Parcha –le dijeron unos Mamones–,
¿por qué no le pide prestada su pelusilla al Durazno, y se la unta en la cara
para que no se vea tan lustrosa?
—Pues a mí –dijo de repente, cuando menos se
esperaba, un grueso señor Mamey–, a mí no me importa lo que le pase a
Manzanita. Al fin y al cabo, esas son cosas de ella, un pleito de familia entre
Manzanas. No hay que ocuparse más de esa llorona. ¡Mocosa!
Estas palabras del Mamey causaron un momentáneo
desconcierto.
Mirándose las frutas unas a otras, con aire
perplejo. Fue el eminente señor Coco quien, reponiéndose el primero de la
sorpresa, tomó al fin la palabra.
—No, amigo Mamey –dijo sosegadamente el Coco–; yo
creo que sí tenemos que ayudarla. Oiga usted, amigo –añadió bajando
significativamente la voz y echando una rápida ojeada alrededor–, no sabemos lo
que puede suceder mañana; ¿qué sé yo?, ¿qué sabe usted? ¡Un día de éstos pueden
comenzar a llegar también Cocos del Norte, Lechosas del Norte, Aguacates del
Norte, Guanábanas del Norte, Mamones, Mangos, Tunas, Guayabas, Nísperos,
Parchas, Mameyes del Norte! Sí, señor, óigalo bien, señor Mamey: ¡Mameyes del
Norte! ¿Y qué será entonces de nosotros? ¿De usted y de mí? ¿Y de nosotros
todos?… ¡Nos quedaremos chiquiticos, frunciditos, encogiditos y apartaditos,
como le pasa hoy a Manzanita!
El rechoncho Mamey no palideció por esto; para sus
adentros, se puso aún más amarillo, aunque siguió siendo marrón por fuera. Las
ideas expuestas por el Coco, a las claras denotaban su elevación nada común.
En los cocales, en efecto, se mueve él a grande
altura sobre el nivel del suelo; por esto se supone –o supone él– que ya desde
muy lejos ve venir los acontecimientos, los peligros, y es por eso el más
llamado a hablar en nombre de las frutas tropicales. Pero esta elevada posición
del Coco, sin embargo, también suscita envidias y resentimientos… El ventrudo
Tomate, por ejemplo, se puso rojo como un… ¡tomate!
—Yo no les tengo miedo a los Tomates del Norte
–dijo, inflamado y brillante–. ¿Qué me dicen con eso? Ellos no pueden ser más
colorados que yo. Además, yo no puedo ponerme contra las Manzanas del Norte,
porque nosotros, los de la familia Tomate, tenemos un cierto parentesco con
ellas. Mi abuelita me contaba que en algunos países nos llaman a nosotros
“manzanas de oro”; de modo, pues, que…
—También yo –dijo uno de los Cambures, cortándole
la palabra al Tomate–, también yo tengo cierto grado de parentesco con esas
extranjeras, por el lado materno, como bien puede verse por mi segundo
apellido, pues, como saben, soy el Cambur Manzano.
Unos muchachos que venían de la escuela entraron
ruidosamente en la frutería y empezaron a comprar manzanas –¡manzanas del
Norte, por supuesto! –. Las acariciaban, las sopesaban, las olían, hasta les
daban algún beso o mordisco allí mismo, ante los mismos ojos de Manzanita, como
si dijéramos en sus propias barbas. La Manzanita, que se había quedado
distraída y pensativa oyendo lo que decían las frutas, como si todo se hubiera
arreglado con sólo palabras, volvió a gimotear perdidamente, acordándose otra
vez de sus pesares. Entonces se le acercó la Piña y se puso a acariciarla y a
mimarla. Pero cada vez que doña Piña le hacía un mimo en la mejilla, Manzanita
se escurría un poco hacia atrás, diciendo:
—¡Ay, señora Piña! ¡Ay! ¡Ay!
Pero la Piña no pensaba que esto pudiera ser a
causa de las escamas y las sierritas punzantes que la adornan por todos lados,
sino que era a causa de la pena que seguía afligiendo a Manzanita, y que a cada
instante se le hacía más viva y aguda; y continuaba acariciándola y mimándola.
Mientras más ayes lanzaba la pobre Manzanita, más y mejor la acariciaba y la
estrechaba entre sus brazos la buena señora Piña, haciéndola gritar más
todavía.
Hasta que unas dulces Parchitas se apiadaron de
ella y empezaron a decir, para distraer la atención de la Piña:
—Señora Piña… Señora Piña… Oiga lo que dicen los
Mangos.
—Pues, ¿qué dicen? –interrogó la Piña, volviéndose.
—Que usted y que es agria…
Esto reavivó inesperadamente el dolor de Manzanita.
—¡Agria la Piña! ¡Ay! –exclamó fuera de sí–. Pues
¿qué no dirán de mí? Y más ahora que han venido ésas, y que todos andan con la
boca abierta de lo buenas y sazonadas que son!
—No, nosotros no hemos dicho nada de usted, misia
Piña –explicaban los Mangos–. Nosotros somos frutas que venimos de gran árbol,
y no nos ocupamos de frutas que viven pegadas al suelo.
—¡De gran árbol! –rió la Piña con sarcasmo–. Pero
no estamos hablando de eso, sino de gusto y sabor. ¿Y quién más dulce que yo,
cuando quiero serlo? Y no olviden ustedes ¡pegajosos! –añadió levantando la
voz– que están tratando con una dama de mucho copete; ¿o es que no lo saben?
El Mango soltó la risa.
—Porque lleva un moño de hojas duras en la cabeza
–dijo–, ya se cree dama de gran copete.
—Yo tengo algo que es más, mucho más que copete –se
oyó–. ¡Tengo corona!
Todos se volvieron, mirando a la Granada, que
llevaba una corona, una verdadera y auténtica corona real, esto era innegable.
—¡Sí! –repitió orgullosamente la Granada–.
Llevo una corona de seis picos; por consiguiente, soy la reina de las frutas…
—¿Tú? –gruñó en seguida el Membrillo, como de
costumbre tieso y reseco–. ¡Tú, que apenas estás madura y no encuentras quien
te lleve, te entreabres ya sola y empiezas a pelarle los dientes a todo el que
pasa, a ver si te cogen! ¡Dientona!
La Granada enrojeció mucho al oír tales palabrotas.
La señora Patilla venía acercándose hacía rato,
arrastrándose como un morrocoy. Ahora llegaba, e intervino para decir, aunque
algo tardíamente:
—Las frutas pegadas al suelo, como han dicho antes
esos caballeritos Mangos, y yo en particular, que por mi tamaño y otras cosas
puedo considerarme también reina de las frutas…
—¡Ay, Patilla! –susurró la Piña.
—¡La Patilla se cree reina! ¡La Patilla se cree
reina! –rieron dentro de un canasto unas niñitas muy traviesas, y que tenían
fama de loquillas, las Guayabas.
Ni siquiera reparó en ellas la bonachona y plácida
Patilla; pero la Tuna, erizada de pelillos y aguijoncitos, parecía pronta a
defenderse y zaherir, a pesar de que nadie estaba metiéndose con ella.
La frutería estaba ya cerrada hacía rato, y todavía
hablaban las frutas (como si exhalaran su aroma, cada una el suyo). La
Manzanita no durmió en toda la noche. Hasta la madrugada no pudo cerrar los
ojos. De modo que, al amanecer del día siguiente, cuando volvieron a abrir la
frutería, dormía aún, y soñaba… Estaba muerta. La Manzanita criolla se había
muerto de pena y de vergüenza de verse tan chiquita, tan verdecita, tan
fruncidita, tan acidita y tan durita. ¡Pobre Manzanita! Y a pesar de todo,
tenía buen corazón, sí, tenía su corazón jugoso, tierno, perfumado, ella
también, y la prueba es que para hacer dulce era muy buena.
Esto era lo que ahora decían todos alrededor de
ella, y la lloraban y la compadecían, la llevaban sobre sus hombros y le ponían
flores encima.
La llevaban a enterrar. Pero la que más lloraba en
el entierro de Manzanita, la que más triste iba, era la misma Manzanita, que se
tenía mucha compasión y se daba una gran lástima. El cortejo pasaba por la
falda del cerro, y estaban presentes las frutas más importantes y
representativas, todas las grandes frutas. Sólo la señora Patilla, entre éstas,
no había podido llegar hasta allí; varias veces lo intentó, pero se vino rodando
hasta el pie de la cuesta una y otra vez; allí se quedó al fin, inmóvil,
sudorosa, echando la colorada lengua hacia afuera. El lento cortejo subía por
la ladera; los pájaros piaban tristemente, siguiéndolo de rama en rama;
murmuraban las hojas, alguna se desprendía y venía a posarse en tierra.
La neblina cubría la faz del sol.
Cuando la echaron al hoyo, cerca de un arroyuelo,
hubo un formidable estremecimiento. “Seguramente disparan el cañón por mí, o se
hunde el cerro” –pensó Manzanita envanecida. Llevó luego la palabra el joven
Durazno, amigo de infancia y compañero de juegos de Manzanita, y todos
comenzaron en seguida a echarle tierra encima… Manzanita se enderezaba,
pataleaba, se empinaba en la punta de los pies; se sacudía la tierra como una
gallinita en un basurero. Pero la tierra seguía cayendo a paletadas, y al fin
Manzanita quedó tapada.
Cuando ya estaba enterrada, y todos se habían ido
cuesta abajo, hacia la frutería otra vez, llegó por entre la tierra oscura y
recién removida un gusano, y le dijo al oído a Manzanita:
—¿De qué te moriste, Manzanita, tú tan dura?
—De dolor, señor Gusano, viendo llegar a esas ricas
Manzanas del Norte, y que nadie más sentía gusto por mí –contestó ella–. Ni a
los niños, ni a los pajaritos, ni a nadie le gustaba ya, ¿para qué iba a seguir
viviendo?
—Mira, Manzanita –le dijo otra vez al oído el
gusano–, te voy a dar un consejo. Mejor es que no te mueras todavía. Oye lo que
te voy a decir: esas lindas manzanas fácilmente perecen aquí, yo lo sé, y te lo
digo porque soy tu viejo amigo y porque somos los dos de aquí del cerro.
La Manzanita vio una lumbre de esperanza en aquello
que le decía el gusano.
—¿Y crees tú que se van a morir de verdad esas
bichas? –preguntó con los ojos brillantes.
—De seguro que sí, Manzanita. Es el calor lo que
las daña –explicó el gusano, con aire entendido y científico.
Entonces Manzanita comenzó a escarbar con fuerza la
tierra que le habían echado encima, se salió afuera y se vino rodando cerro
abajo hasta la frutería otra vez.
Acababan de alzar ruidosamente la reja de hierro
que servía de puerta a la frutería (fue éste el estampido que oyó en sueños
Manzanita), y todas las frutas lanzaron exclamaciones y gritos de sorpresa al
ver entrar tan fresca y ágil a Manzanita.
—Pero, ¿cómo es eso, Manzanita? –le preguntaban
todas a la vez–. ¿No te dejamos esta mañana muerta y enterrada?
—¡Ah, sí! ¡Dispensen! –dijo Manzanita, olorosa
todavía a tierra–. Pero es que he venido a ver una cosa, una sola cosa no más, y después
me voy otra vez; si no es nada…¡Un momento!
Y Manzanita se
hizo aún más pequeña de lo que era en realidad, al ver que ya el frutero abría
las cajas. Estaba más fruncida que nunca, de miedo y esperanza a la vez, viendo
aparecer los rollos de paja y de papel de seda en que venían envueltas las
norteñas… Y empezaron a salir manzanas manchadas, o con puntos hundidos y
abollados, o ya próximas a descomponerse… Y el frutero estaba consternado; se
ponía las manos en la cabeza y hablaba para sí mismo, jurando y maldiciendo; y
Manzanita iba al mismo tiempo recobrando ánimos. Al fin ya no pudo contenerse
más, y corrió por toda la frutería llevando la noticia. Tropezó con la Lechosa,
se montó en la Patilla, dispersó a los Mamones, empujó al Tomate, se hincó en
la Piña, resbaló entre los Mangos, le dio un golpe al Mamey y un apretón a la
mano de los Plátanos; diciendo entusiasmada
—¡Están dañadas!
¡En un solo día de gran calor se dañan todas!
—Y Manzanita
reía; reía y bailaba en un solo pie.
Entretanto, el afligido frutero iba echando en una cesta
sus manzanas inservibles, e iba metiendo en la nevera las que todavía estaban
sanas, no fueran a perderse también, con el gran calor que hacía. Subida sobre
el montón de Cocos, Manzanita se puso a mirar a través del cristal de la
nevera; tenía los ojos todavía hinchados y enrojecidos por el llanto.
—¡Aquí no pueden
estar sino en nevera, y seguro que en su tierra no son nadie!
Pero ya
Manzanita estaba consolada, y en el fondo de su corazón, ya les estaba
perdonando su belleza y su atractivo. Su ira se aplacó inesperadamente… y, en
lo secreto y profundo de sí misma, un súbito vuelco se produjo…
—Después de todo
son frutas como yo, hijas de la tierra y el sol, buscadas por los niños y los
pájaros…ronca y quebrada por los sollozos.
El
rechoncho Mamey le dio un beso en la frente. El maduro Tomate le echó el brazo.
¡Y hasta las avispas y abejas que merodeaban por allí en busca de dulzores,
bailaron frenéticamente unas con otras!
Esto me ayudo con una tarea asi que gracias
ResponderEliminarA mi también
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EliminarX7 xddddd🤧✨🌞💅
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EliminarX7 XD👺
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Eliminarx11 😔✋
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Eliminaryo tambien una infografia
Eliminarx14
Eliminargracias me ayudo mucho x16
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EliminarX102 🤑🤝🏻
EliminarX103 XD AJSHJABS
Eliminar×103 👽👌
Eliminar×14 xd 🤣 😁🤪
EliminarX1000 🤑👌
Eliminarx2000 jaksjaks
Eliminar×10000 😏
EliminarX30000
EliminarA mí también me ayudó con una tarea, thanks :D
EliminarX40000
Eliminarx50000
EliminarX 6000 me ayudó en un interrogatorio
EliminarX1.0000
EliminarX1.00000
Eliminarx60000 no entendí nadita 😭
EliminarPara eso está chatgpt
Eliminar×70000
Eliminar70001
EliminarX70002 🥶
EliminarX1100000 xD gracias
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EliminarX80000 XDD
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Eliminarwiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii gracias me ayudo
ResponderEliminarwe
EliminarUsen ChatGPT
DEMASIADO TEXTO 😭😭😥😥😥😥
EliminarConsidero que es muy buen cuento para niños y adolescentes, puesto que la sencillez del vocabulario genera interés por la lectura de dicha obra. También, nos remonta a aquella Venezuela agraria donde nuestras frutas criollas estaban en primer plano, asimismo, la lectura nos remonta al criollísmo de nuestra tierra donde el ambiente nos remonta a la importancia del campo y su generosidad respectivamernte... Excelente Obra
ResponderEliminarEsté cuento es hermoso
EliminarMuy buen cuento para niños pues no creo que para adolescentes pues es muy infantil para adolescentes he leído mejores pues yo soy un adolescente y lo ley solo por una tarea de castellano
ResponderEliminarDe dónde eres?
EliminarYo igual
EliminarEs para adolecentes imbecil
Eliminarjaja ahora estoy haciendo esta tarea y veo el chat
Eliminarx2
EliminarYo igual
EliminarX3 para una tarea de castellano
EliminarSomos 4 ya
EliminarYo
EliminarYOOOO
EliminarA todos nos pusieron la misma tarea
EliminarxD el cuento es tan largo q cuando termine de leerlo se me olvido todo
ResponderEliminarsi es muy largo
EliminarXD ya somos dos mi pana 🤧
EliminarYo HASHAJSJS
EliminarYoooo JAHSJAHSJAHS es que es muy largo ;-; me va hacer dificil sacar el analisis XD
EliminarPues a mi no me paso hice un resumen en 5 minutos
EliminarAlguien me puede ayudar a saber cuál es el ambiente donde se desarrolla el cuento 👍
ResponderEliminarA mi me hicieron la misma pregunta, y aun no se creo que es la frutería
EliminarObvio el la fruteria -.-
EliminarY si todos estamos aquì por una tarea
Es probable
Eliminara todos les enviaron la misma tarea? JAJAJA
EliminarNo a mí me pusieron a estraer imágenes gustativas, olfativas y visuales
EliminarWtf
Eliminarsi
EliminarJAJAJAJA HOLI, YSI XD
EliminarEn la fruteria
EliminarAlguien me puede decir que tipos de colores han sido elegidos para describir el ambiente?
ResponderEliminarJurarìa que eres de mis compañeros
Eliminarme pueden ayudar cual es la reflecion de esta lectura porfavor
ResponderEliminarprimero y principal refleccion se escribe asi ok, debes leer sino vas a salir bien mal. Leelo completo
Eliminarzegundo y primsipal reflescion ce escrive aci asi que bueno
Eliminar( Reflexión ) aprendan a escribir
EliminarQue todos somos iguales
EliminarSe dice *reflexión* sin "C" o "CC" y tan bien lleva tilde en la o, y se escribe segundo no "zegundo", principal no "primsipal" sugiero que estudien castellano y aprendan ortografía imbéciles.
EliminarY la reflexión?
EliminarLa reflexion es muy obvia, (A menos que tengas 3 años)
EliminarAlquien me podria ayudar a que quiere decir el narrador con la frase mientras mas ayesĺnzada la pobre manzanita
ResponderEliminarLos ayes significan lamentos o quejidos. Entonces la referencia de esta frase es Mientras más lamentos lanzaba la pobre manzanita.
EliminarPor favor
ResponderEliminarAlguíen me puede decir la idea principal de este cuento
ResponderEliminarNoseeee -_-
ResponderEliminarsupongo que el unico personaje principal es la manzanita xd
ResponderEliminarObvio 😒
EliminarSisa
EliminarPues claro chamo
Eliminaralguno me ayuda con una vision critica de la obra
ResponderEliminarhola que hace
ResponderEliminarUwu
EliminarBuenas, me podrian decir cual es la accion principal de esta chet?
ResponderEliminarquien narra la historia
ResponderEliminarJulio Garmendia
EliminarFecha de salida por favor
ResponderEliminaralguien me dice 5 fragmentos del cuento para saber que narrador es, para una tarea
ResponderEliminarDe que país es Manzanita?
ResponderEliminarDe venezuela
EliminarLe falta un trozo a la parte final del cuento.....
ResponderEliminarnecesito saber cual es la 2da parte del cuento
ResponderEliminarMe pasó lo mismo xD
ResponderEliminarngr, en realidad sjsjsjsjsjjsjssj
EliminarEn monografías aparecían pero hay quien e pagar.
ResponderEliminarMe encanta ese cuento 😍
ResponderEliminarAlguien me puede decir cuál fue el desenlace de el cuento
EliminarEl desenlace se refleja en el conflicto de la frutería ?? Creo
Eliminarmi profe me mandó a analizar esto >:V y mañana es el examen :,v
ResponderEliminarquien eres :V?
Eliminarchabos, hoy es el examen =(
EliminarSomos de la misma escuela JAJAJA? :v me mandaron lo mismo ajhzzvdbzh
EliminarQue cuenta para más aburrido 😒🙄
ResponderEliminarMe mandaron a sacar 3 terminos o palabras desconocidas del mismo por cada letra del abecedario xd
ResponderEliminarNecesitó tres ejemplos de acciones que hayan realizado cualquiera los personajes secundarios
ResponderEliminarQue relación tiene el autor con el cuento
ResponderEliminarDe seguro era vendedor de frutas :v
EliminarJAKDJAJJSJAJAAJA
Eliminarala me colocaron la misma tarea xD
ResponderEliminarmi profe me dijo que encuentre los verbos de este cuento y mencionar el tiempo y el modo en el que se encuentran
ResponderEliminar:,v
ResponderEliminarno si todos estamos a qui por tarea XD :V
ResponderEliminarDe pana Xd
Eliminarde que color es la manzana criolla
ResponderEliminarcreo que es roja
Eliminarroja mija
EliminarRosadas
Eliminaralguien me dice la funcion de cada personaje plisss ?
ResponderEliminarni so se
Eliminaresta cosa ta dificil y tengo tarea y examen mañana xd
ResponderEliminarYOOOOOOOOOO
EliminarXddd x2
Eliminara
ResponderEliminarme encanto el cuento
ResponderEliminarpor que me lo mandaron hacer en la escuela
me pueden decir una onomatopeya de este cuento
ResponderEliminarEn conclusión, todo estamos aquí por tarea xD
ResponderEliminarsiksi
EliminarSisisi
EliminarSip xddd
EliminarEn qué tiempo histórico se narra este cuento
ResponderEliminarEso mismo me pregunto yo
EliminarSinceramente da dolor la ignorancia que tienen los jóvenes para la interpretación de la lectura:narrador en 3ra.persona ,personaje principal manzanita criolla(usualmente) verde se desarrolla en una frutería de un cerro de Caracas, todos los demás personajes son secundarios y en la narración hay descripciones,diálogos. Hay emociones como celos ,cariños que muestran las compañeras frutas por los sentimientos de la manzanita criolla.hay empatía y consuelo.reflexión: debemos mostrar aprecio y consolar a los que sufren .
ResponderEliminar._. nmms a todos son pusieron a leer esto, yo tengo que hacer un tríptico para mañana, me da flojera jajajajajjaewbfbebrhf
ResponderEliminarYo también 😭😭😭
EliminarYo nisiquiera lo he leido solo vi el chat😅😅
ResponderEliminarquien del RLU? XDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD
ResponderEliminarme da tanta paja leer el choto cuento pero es por una tarea y me dan nota con esa tarea q ladilla xdd
ResponderEliminarYo
EliminarMoraleja de la historia xfavor? ;;
ResponderEliminarigual la moraleja
ResponderEliminarEsta super bien pero cuales son los elementos del cuento
ResponderEliminarBuscamos lo mismo
Eliminarx455
ResponderEliminarQue onda gente, sinceramente me pica la pija xd, Lisandro es un pipison y también Erick B)
ResponderEliminarMe mandaron a hacer una exposición de esto 💀
ResponderEliminarSoy😤
EliminarTodos están aquí por tareas, ¿Cierto?
ResponderEliminarLit si
EliminarSiiii
Eliminarsinceramente zy
EliminarSi, de castellano
ResponderEliminarpasen ig vl jsjs
ResponderEliminarsi, yo estoy aqui por una sintesis de castellano
EliminarX6000
ResponderEliminarPs a mi me ayudo bastante en una tarea de castellano y es un buen cuento😌😌😌
ResponderEliminarMe ayudó para una tarea de castellano pero aquí está resumido para que lo usen
ResponderEliminarhttp://adedsr99.blogspot.com/2016/04/la-manzanita-autor-julio-garmendia.html?m=1
No entiendo este cuento por q están largooo 🥱🥱🙄🙄
ResponderEliminarLO MISMO DIGO PANA MIO XD
EliminarA mi me mandaron a leerlo todo y decir lo que entendí jajsjaksks
ResponderEliminarpor chorrocientos mil
ResponderEliminarx10000000000000000
ResponderEliminarMe ayudó demasiado X10000000000000001
ResponderEliminarAlguien me puede decir 4 espacios físicos q salen en el cuento?
ResponderEliminarYo puedo
ResponderEliminarX... 133 ??xdd
ResponderEliminarMe encantó
ResponderEliminarEsta muy bonito la verdad
ResponderEliminarPero lo leí para una tarea de castellano pero si no ni mergues con en libro
X 134
ResponderEliminarA
ResponderEliminarXD :]
EliminarX135 xd
ResponderEliminarYo estoy aquí por castellano xdxdxd
ResponderEliminarAyuda, que ladilla tener que leerlo
ResponderEliminarEstamos en las mismas
EliminarUffff si
EliminarPorque es tan largo vale q abuso el de mi profe de castellano >:(
ResponderEliminarNo sé porque vale la mía es igual
EliminarMano la tarea si es larga😞
ResponderEliminarSisa
EliminarMe ayudo en un interrogatorio
ResponderEliminarMe ayudo pero se me olvido
ResponderEliminarAlgien me explica?
ResponderEliminarXD X100000000000
ResponderEliminarBuen corazón??!!! Literal quería ver a las otras Manzanas podridas y derrotadas y se alegró cuando sucedió...Wtf 🙃🤦♀️mas
ResponderEliminarSúper largo 🥹
ResponderEliminar