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El vuelo de la imaginación



Ella se despertó, tenía tantas cosas por hacer, sacó de su mesa de noche un cuaderno y un bolígrafo, se sentó a anotar una idea que había tenido la noche anterior. No se levantó de allí hasta dar forma a la idea, las letras formaban palabras que fluían del bolígrafo, sin darse cuenta escribió más de tres capítulos, estaba emocionada, describió paisajes y personajes que habitaban en su imaginación, los hizo hablar, reír y llorar, cada uno tuvo vida propia y ella los amó, sabía que desde ese momento serían parte de ella y que ya no podría vivir sin ellos, sin compartir sus secretos y sus vidas. Ella tenía el poder de hacerlos vivir felices por siempre o de acabar con sus vidas en un instante, eran su creación y cuando por fin dejó de escribir se dio cuenta que en un abrir y cerrar de ojos tenía ante ella la historia perfecta, la que siempre quiso contar, la que sería su primer libro publicado, pero decidió no quedarse allí, seguiría con su mundo imaginario hasta que ya no tuviera más que contar.

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