Ir al contenido principal

Cuento infantil






Hace 33 años escribí un cuento infantil sobre un osito que se encuentra con un monstruo al que todos los pequeños del bosque temen.

La historia me gustaba y estaba emocionada, quería continuar escribiendo las aventuras de los personajes, pero dejé de escribir y con el tiempo se me perdió.

La idea de escribir e ilustrar un cuento siempre estuvo en mi mente, era un sueño que deseaba cumplir.

No imaginé que 33 años después vería cumplido ese sueño, gracias a que junto a mis hijos creamos un canal de Youtube llamado Youtubaby.

Hace unos meses volví a escribir el cuento del osito, así que cuando comenzó la cuarentena se me ocurrió hacer un vídeo para subirlo al canal, pero no tenía idea de como hacer las ilustraciones, mientras pensaba cómo hacerlo me llegó a mi inicio de Facebook una publicidad de unos cursos para hacer libros ilustrados, eso llamó mi atención y se me ocurrió practicar con otro cuento que tenía guardado "Martha la abejita" ese me pareció fácil para comenzar a hacer los personajes con cartulinas y colorear el escenario con lápices de colores, así que me puse manos a la obra, realicé los dibujos, lo subimos al canal, cuando estuvo listo lo compartí entre mis amigos y familiares, a todos les gustó, al ver el resultado hice los personajes del cuento que es tan querido y especial para mí, estoy alegre por lo bien que me quedó, hice con amor cada una de las ilustraciones, mis hijos se involucraron en el proyecto para apoyarme, mi hija Liliana hizo la voz y mi hijo Joaquín lo editó. Lo mejor de todo el proyecto es que es un trabajo en equipo con las dos personas que más amo. 


Quiero seguir con la historia de estos personajes.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Cuento MANZANITA de Julio Garmendia

Cuento MANZANITA de Julio Garmendia Cuando llegaron las grandes, olorosas y sonrosadas manzanas del Norte, la Manzanita criolla se sintió perdida. —¿Qué voy a hacer yo ahora –se lamentaba–, ahora que han llegado esas manzanas extranjeras tan bonitas y perfumadas? ¿Quién va a quererme a mí? ¿Quién va a querer llevarme, ni sembrarme, ni cuidarme, ni comerme ni siquiera en dulce?  La Manzanita se sintió perdida, y se puso a cavilar en un rincón. La gente entraba y salía de la frutería. Manzanita les oía decir: —¡Qué preciosidad de manzanas! Deme una. —Deme dos. —Deme tres. Una viejecita miraba con codicia a las brillantes y coloreadas norteñas; suspiró y dijo: —Medio kilo de manzanitas criollas, marchante; ¡que no sean demasiado agrias, ni demasiado duras, ni demasiado fruncidas! La Manzanita se sintió avergonzada, y empezó a ponerse coloradita por un lado, cosa que rara vez le sucedía.  Y las manzanas del Norte iban saliendo de sus cajas, donde estaban ...

Escribe el libro que quieres leer

Hoy me desperté decidida a ya terminar el libro que estoy escribiendo, siempre que me siento a editarlo le coloco más palabras, borro otras, creo que no estoy lista para dejarlo marchar,

El diente roto de Pedro Emilio Coll

  A los doce años, combatiendo Juan Peña con unos granujas recibió un guijarro sobre un diente; la sangre corrió lavándole el sucio de la cara, y el diente se partió en forma de sierra. Desde ese día principia la edad de oro de Juan Peña. Con la punta de la lengua, Juan tentaba sin cesar el diente roto; el cuerpo inmóvil, vaga la mirada sin pensar. Así, de alborotador y pendenciero, tornase en callado y tranquilo. Los padres de Juan, hartos de escuchar quejas de los vecinos y transeúntes víctimas de las perversidades del chico, y que habían agotado toda clase de reprimendas y castigos, estaban ahora estupefactos y angustiados con la súbita transformación de Juan. Juan no chistaba y permanecía horas enteras en actitud hierática, como en éxtasis; mientras, allá adentro, en la oscuridad de la boca cerrada, la lengua acariciaba el diente roto sin pensar. —El niño no está bien, Pablo —decía la madre al marido—, hay que llamar al médico. Llegó el médico y procedió al di...