Llegó el invierno, esa época que evoca recuerdos de tiempos pasados: todos sentados a la mesa, celebrábamos el nacimiento del Niño Dios. El árbol con sus luces brillaba, y bajo él esperaban los regalos que soñábamos abrir. El pesebre llenaba nuestros corazones de ilusión y esperanza. Con el tiempo, algunas sillas quedaron vacías y las voces que alegraban la fecha poco a poco se fueron apagando. Pero nuevos rostros trajeron calor y alegría a nuestro hogar. El invierno, aunque lleno de nostalgia, sigue siendo un momento para soñar, abrazar a quienes amamos y celebrar lo hermoso que es la vida.
📷Imagen de Pinterest

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