Los días pasan y me parece mentira que ya no estás conmigo, no ha sido fácil, porque tú llenabas mi vida, mi mundo, solo quedan los recuerdos y algunas veces temo olvidarte, olvidar tu voz, tu sonrisa, todos los momentos que vivimos.
El mundo siguió y yo tuve que seguir sin ti, algunas veces no sé cómo hacerlo, me siento cómo si voy por una calle muy transitada dónde la gente es la que me empuja, me lleva hacia adelante, dónde no puedo ni mirar a los lados, solo seguir el camino para no perderme.
Te recuerdo todos los días y sé que tú dónde quieras que estés estarás esperando a que escriba, porque te gustaba que lo hiciera, tenías tanta fe en mí, en lo que hacía, creías que era buena, siempre me decías que verías las películas de mis libros, eso en realidad era tener mucha fe en mí, al escucharte yo solo sonreía, siento que tú me inspirabas, que estando a tu lado la inspiración estaba siempre allí, ahora aparece, pero no se queda por mucho tiempo, cómo que si no decidiera quedarse.
Esta es la segunda Navidad sin ti, te recordamos mucho, aunque no estés físicamente, estarás en cada uno de nosotros.
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