Todos soñamos con proteger a nuestros seres queridos y justo al leer este escrito de Morella, mi prima a la que le gusta escribir, mi corazón se llenó de esa sensación, cada palabra escrita me transportó a cobijar en mis brazos a mis dos hermosos hijos, a los que amo con toda el alma y a mi Alan, mi nieto que llegó en el momento que más necesitaba.
Si pudiera cubrirte con mis brazos para que nada del mundo te hiera,
si pudiera estar cerca de ti para detener las olas del mundo para que no te mesa,
si pudiera cobijarte como lo hacen las aves con sus críos,
si pudiera ser viento para refrezcarte cuando hace mucho calor,
si pudiera ser sol para darte calor cuando tengas frío,
si pudiera ser agua para calmar tu sed,
si pudiera espantar todas tus penas como una perra de presa,
si pudiera llevarte en las alas de mi imaginación a esos países lejanos para que regreses feliz de ver tantas cosas bellas con los ojos del alma,
¡ay, si pudiera protegerte de todo, qué feliz sería!
El amor de los seres que amamos es el motor para seguir adelante.
La vida me premió con seres especiales, a los que les doy las gracias por estar en mi vida y ser mi apoyo y la luz de mi camino. ¡GRACIAS!
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