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Happy Gilmore 2: una secuela llena de nostalgia, risas y un toque familiar.

Después de casi tres décadas, Happy Gilmore 2, llega como la esperada continuación de la comedia de 1996 que marcó a toda una generación. Adam Sandler, Julie Bowen, Dennis Dugan, Christopher McDonald, Kevin Nealon, Allen Covert y Ben Stiller regresan a sus entrañables papeles.

Sin adelantar ningún detalle de la trama (¡prometido, sin spoilers!), puedo decir que disfruté mucho esta nueva entrega. Lo que me encantó y me pareció muy emotivos fue el homenaje que se hizo a los actores del elenco original que ya no están con nosotros. Fue un gesto muy bonito que nos tocó el corazón a quienes recordamos con cariño a la adorable abuela de Happy y a otros actores. 

Además, la participación de las hijas de Adam Sandler; Sadie y Sunny le dio un toque familiar.

También contó con la participación de: Bad Bunny, Kym Whitley, Ethan Cutkosky, Maxwell Jacob Friedman, Scott Mescudi, Haley Joel Osment, Margaret Qualley, Benny Safdie, Philip Fine Schneider, Conor Sherry, Jim Downey, Nick Swardson y Blake Clark. 

Los golfistas profesionales: Keegan Bradley, Bryson DeChambeau, John Daly, Tony Finau, Rickie Fowler, Brooks Koepka, Rory McIlroy, Collin Morikawa, Jack Nicklaus, Corey Pavin, Xander Schauffele, Paige Spiranac, Scottie Scheffler, Jordan Spieth, Justin Thomas, Lee Trevino (quien también apareció en la primera película) y Will Zalatoris hacer apariciones especiales. 

Otros cameos confirmados incluyen al rapero Eminem, los jugadores de fútbol Reggie Bush y Travis Kelce, el presentador de programas de entrevistas Dan Patrick, la luchadora Becky Lynch​ y Marcelo Hernández como Esteban, el primo Oscar personaje que interpreta  Bad Bunny. 

Y no puedo dejar de mencionar a Christopher McDonald, quien volvió a brillar en su papel. Su personaje fue, sin duda, uno de mis favoritos y con su actuación se pudo comprobar que no ha perdido su carisma.

Happy Gilmore 2 no solo trae de vuelta el humor clásico, sino que también revive una etapa llena de nostalgia.





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